CONTEXTO CULTURAL
Para iniciar es importante definir la palabra contexto se refiere al entramado
o tejido de significados provenientes del medioambiente o entorno, que impresionan el intelecto o campo de conocimientos de un grupo
humano, como parte
integrante de su cultura y su visión de mundo o cosmovisión. En otras palabras el contexto cultural es todo
aquello que forma parte del medioambiente o entorno y resulta significativo en
la formación y desarrollo de un grupo humano específico.
“El
contexto no es un molde estático de representaciones culturales sino que es una
“arena” activa en la cual el individuo construye su comprensión del mundo y que
está conformada tanto por los contenidos culturales tradicionales, como por las
necesidades y expectativas individuales y colectivas que surgen del contacto
con la sociedad amplia.”
La
calidad contextuada de la cultura es un importante elemento a tener en cuenta cuando
se estudia a la identidad cultural, un concepto que esta usualmente presente en
la explicación de la cultura étnica, como veremos.
La extrema variabilidad del
fenómeno cultural, es uno de los aspectos que más confunden a los estudiantes y
estudiosos de la cultura. No se puede
decir que un grupo humano es "idéntico" a otro, por similar, próximo
o parecido que sea. En realidad la cultura de un grupo humano es como su
huella dactilar: no hay dos grupos humanos que tengan la misma cultura. Dicho
en otras palabras, cada grupo humano tiene su propia identidad cultural, de manera tal, que
todas las personas que hayan nacido y se hayan (socializado) educado dentro de
esta identidad se sienten igual o pertenecientes a una misma comunidad humana.
En realidad lo que comparten y los hace sentirse iguales es el compartir los
mismos significados para darle sentido a su vida cotidiana.
Para Kottak, la identidad
cultural viene a ser “todos
aquellos rasgos culturales que hacen que las personas pertenecientes a un grupo
humano y a un nivel cultural (...) se sientan iguales culturalmente”.(Kottak,
1994, 60 y siguientes)
Las diferencias entre formas culturales se explican
a partir de lo que llamamos el Contexto Cultural. El contexto proporciona
los elementos significativos que acompañan a una cultura específica, a una
identidad cultural. Si la cultura es la
red de significados (la malla de sentido de Max Weber y repetida por Geertz),
este entramado humano de sentidos tiene existencia en el contexto de una
geografía, su clima, su historia y el conjunto de procesos productivos en que
se da la existencia de esa cultura. La geografía
y el clima establecen la dimensión espacial de ciertas características propias
del grupo humano, el que se adapta a estas características para (sobre)vivir,
de manera que los accidentes geográficos del lugar en que se vive: desierto,
zona montañosa, de valles, pampas, etc, y el tipo de clima característico del
lugar: húmedo, lluvioso, seco, frío, cálido, etc. pasan a convertirse en
importantísimos proveedores de significados específicos del diario vivir para
la cultura de cada lugar. Parece apropiado llamarlo el sustrato geográfico de
lo humano.
El otro elemento es la historia, la que proporciona
la dimensión temporal de lo significativo ligando los hechos y sucesos del
pasado (desde que surgen o aparecen como significantes) a los significados y
valorizaciones que le dan su parte de sentido a las cosas del presente, o
proyectándose al futuro imaginario.
Por su parte, los procesos productivos proporcionan
los substratos restantes. Representan las transformaciones que la gente hace
para vivir y desarrollarse: en cualquiera de las actividades primarias (extraer
de la naturaleza para uso directo o materias primas), secundarias (la actividad
fabril de transformación de la materia prima en bienes de uso y de consumo) o
terciaria (los servicios de unos para otros).
Estas actividades que llamamos procesos productivos son parte del
contexto cultural, porque establecen también su parte de los significados de
los ambientes en que se producen las relaciones entre los hombres –formando
sociedades-- con sus divisiones, uniones, estratificaciones, objetivas y
subjetivas, proveyendo también su parte de significación del diario vivir.
El contexto de la cultura es
la fuente de donde surgen la cultura. Los elementos del contexto cultural entregan cada
uno su aporte connotativo al significado común de las cosas en la vida
cotidiana, estableciendo lo que se valora y con ello las normas de convivencia,
es decir, lo que se debe y no debe hacer, de manera que cada lugar de
convivencia tiene una identidad cultural que no es similar a ninguna otra,
aunque pueda haber similitud entre ellas. A
esto se refiere Cardoso de Oliveira cuando dice que “la identidad pasa a
desempeñar el papel de una brújula que posiciona al grupo y sus miembros en
mapas cognitivos (u horizontes) colectivamente construidos”
De manera que al tener en
cuenta los elementos nombrados: geografía y clima, historia y procesos
productivos, se explica que el concepto de identidad cultural sea a menudo
definido o descrito a partir de la existencia de elementos que nacen de
ellos, tales como territorio común, una
lengua, un conjunto de tradiciones o costumbres y sistema de valores y normas
comunes al grupo étnico.
En suma, la cultura es un entramado de significados
compartidos, significados que obtienen su connotación del contexto (geografía, clima historia y proceso
productivos), pero que habita en la mente de los individuos dándoles una
identidad cultural específica; justificándose el argumento teórico que nos dice
que la cultura está tanto en la mente de los individuos como en el ambiente en
que ellos viven.
Yadira Coromoto Zerpa Vielma
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